¿Eres mamá primeriza? Tenemos 3 consejos para ti.
1. Recuerda que ninguna guagua es igual a otra.
Te darán un montón de consejos sobre lo que le sirvió a una y a otra, y todos con la mejor de las intenciones, pero toma lo que te haga sentido a ti y tu familia. Lo que le sirve a uno no necesariamente le servirá a otro. Confía en tu instinto. Si te sientes perdida respecto a cómo apoyar a tu guagua en las distintas etapas del desarrollo, te recomendamos de todo corazón nuestras Guías Mildías que traen un montón de contenido e ideas simples para orientarte.
2. Intenta pedir y aceptar ayuda.
A veces cuesta pedir ayuda pero la verdad es que a las personas les encanta ayudar. Por mucho que quieras lograrle, probablemente no puedas con todo y está bien que sea así (¡es mucho!), apóyate en tu tribu o comunidad de confianza.
Pídeles (o si te ofrecen, acéptales):
- Que te cuiden a tu guagua para que te puedas duchar tranquila o dormir un rato.
- Que te traigan comida preparada para las primeras semanas.
- Que te ayuden a ordenar la casa.
- Que te vean a tu guagua para que puedas salir un rato (sola o con tu pareja).
- Que te vayan a comprar cosas que te hacen falta.
Quizás llevas días, semanas o meses sin dormir, extrañas tu vida de antes y sientes que de cierta manera, has perdido tu identidad. No estás sola, a todas nos ha pasado. Es parte normal y natural del proceso. Tanto tú como tu guagua se están adaptando a un mundo nuevo. Poco a poco irás “agarrándole la mano” y recuperando ciertos aspectos de tu “vida antigua”. Y si sientes que necesitas apoyo adicional en lo emocional, es absolutamente normal, ¡para eso hay muchos especialistas a quien puedes recurrir!
Cuando se te haga cuesta arriba, recuerda que estás haciendo lo mejor posible y eso es más que suficiente. Eres exactamente lo que necesita tu guagua. Felicítate por lo que has logrado en lugar de castigarte por lo que aún no logras.
¿Tienes algún otro consejo para compartir con una mamá primeriza?
